El otro día en el pueblo rebuscando en los cajones me hizo mucha ilusión encontrar algunos de mis viejos cómics, allí no había tiendas ni quioscos como los conocemos ahora, como mucho podía comprar unos sobres sorpresa que valían 15 ó 20 pesetas (no recuerdo bien) en los que entraba un muñeco de plástico (soldado, vaquero, indio.....) alguna golosina y un tebeo de Roberto Alcazar y Pedrín doblado a la mitad eran mi debilidad, o al menos lo único a lo que pude tener acceso, pero pronto se acabaron. Así que aquí os dejo una pequeña muestra.
De Esther me regalaron una caja llenita con más de 50 números de los primeros y que coleccionaba una vecina, pero con las mudanzas no se que pasó con ella....
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2 comentarios:
Pues ya sabes que los de Esther están muy cotizdos, mira a ver si te aparece esa caja de la mudanza en algún lugar recóndito...
Qué buenos estos recuerdos del pasado, me encantan los objetos que te hacen retroceder en la memoria... Saludo!
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